Zenderos ,

Llegada a Nueva Delhi

Llegar a India requiere paciencia y más cuando vives exactamente en el meridiano opuesto del planeta, solo llevaba conmigo una mochila de mano y una backpack/maleta con el tamaño idóneo para no documentarla, la cual adquirí un mes antes del viaje en Decathlon bastante practica y económica, el viaje constaba de 2 escalas con un total de 32 horas de duración. Salí de la Ciudad de México rumbo a Vancouver sin ningún contratiempo. Vancouver es uno de los aeropuertos más bonitos en donde he estado, allí hice escala de 6 horas y donde ocurrió el primer contratiempo y es que al hacer el chequeo con la otra aerolínea que era Chínese Southern la cual me llevaría a mi siguiente escala en Guangzhou. Me hicieron firmar una hoja donde no se responsabilizaban si en China no me dejaban continuar con mi viaje porque en mi reservación solo tenia un apellido y en mi pasaporte tenía dos 🙄  y es que al comprar el boleto en línea solo podia registrar un apellido, por un momento me imagine siendo regresado por culpa de un error tan estúpido, acto seguido en la revisión para abordar, me pasaron a una mesa y me pidieron sacar todo lo que traía en la maleta, al parecer traía más de un litro en líquidos  personales (entre shampoo, cremas, protector solar, repelente de moscos, lubricante, desinfectante de manos, etc.)  al final entre el estira y afloja pude rescatar la mayoría de mis cosas, lo que más me dolió fue un repelente para mosquitos carísimo por cierto, ni porque le dije al policía que si moría de malaria él tendría la culpa.

Bienvenido a India

No tenía caso atormentarme las 12 horas el viaje con la idea de que podían regresarme en China, no era algo que estuviera en mi control y pude quitarme de la cabeza ese pensamiento, al grado que en la escala apenas y recordé el posible problema que podría ocurrir y que no paso, lo poco que pude ver en mis dos horas de China, fueron algunas curiosidades tecnológicas que en Norteamérica no había visto, como los carritos para llevar tus maletas, tenían un pantalla táctil que te guiaban por todo el aeropuerto, podías ver películas en ella, navegar por internet, el ultimo trayecto fue de seis horas los pasajeros pasaron de ser chinos a Indios, me senté a lado de un Indio el cual traía unas pulsera de metal muy vistosas, y solo me supo decir que tenían un significado religioso, la cena ya era comida India, cada vez estaba más cerca de llegar a mi tan ansiado destino.

Mudras en la aduana del aeropuerto Indira Gandhi

32 horas después y casi 15 mil kilómetros aterrizaba en el aeropuerto Indira Gandhi a las 11 de la noche hora local, la hora de mi arribo representaba un inconveniente, ya que tenía dos opciones, pernoctar en el aeropuerto hasta las seis de la mañana y tomar el metro por 40 rupias (unos 0.70 centavos de dólar) al centro de la ciudad o enfrentarme a la temida mafia de los taxis que me iban a querer cobrar las perlas de la virgen no sin antes ser paseado por muchos hoteles antes de llegar al que tú les habías indicado, recuerdo que pase horas leyendo sobre el tema y cuál era la mejor manera y compañía de taxis que no te iba a llevar a donde ellos querían, lo primero que hice fue cambiar algo de efectivo en el aeropuerto, el cual aparte de malo te cobraban una comisión, pero tenía que pagar el taxi y comprar la tarjeta sim que me costó unas 1000 rupias (14 dlls aprox) por dos meses de llamadas e internet ilimitados, una ganga comparado con México que por ese precio te dan unos 3-4 gigas al mes, y si vas directamente a las oficinas de la operadora en algún plaza comercial te llega a salir unas 400 rupias (6 dlls) más barato con la única desventaja que el tramite te costara unas dos horas entre la espera y el llenado de muchos formularios y en el aeropuerto apenas unos 10 minutos, lo sé porque acompañe a un amigo un día a sacar su chip días después.

Carritos con pantalla touch, gps e internet en el aeropuerto de Guanghzuo

 

El momento había llegado, tenía que salir a la calle donde a pesar de ser pasada la media noche, había muchísima gente que trataba de llamar mi atención, busque la caseta de los taxis que se supone tenían taxímetro y no hice caso a nada más, ya había leído mucho sobre lo pesados e insistentes que se pueden poner los taxis particulares para que te vayas con ellos, me subí a un auto compacto de manufactura reciente tipo uber (allí existe otra compañía llamada Ola aparte de Uber que es mas economica) y le di la dirección y partimos rumbo al hotel, estaba en la india y en el radio se escuchaba música de bollywood, no lo podía creer, había un poco de tráfico a pesar de la hora y tardamos en llegar unos 30 minutos a la zona llamada Paharganj que es la zona mochilera de Nueva Delhi por excelencia en el corazón de la antigua ciudad, había reservado una habitación solo por esa noche para descansar 1000 rupias (14 dlls), no sabía que tan agotado estaría por el viaje y al siguiente día me mudaría a un hostal que tenía muy buenas referencias ya a un precio más mochilero de 500 rupias (7 dlls) que dentro del estándar de precios de hostales en India era de los caros (Zostel Delhi).

 

Al llegar a Nueva Delhi no se ve la ciudad, ni siquiera en el trayecto hacia el centro y yo como niño pegado a la ventana tratando de ver algo, había anhelado tanto y temido un poco ese primer encuentro y la India seguía sin dejarse ver, de pronto entramos a una zona urbana, que me recordaba un poco la parte fea del centro de la ciudad de México mezclada con restaurantes, tiendas y pequeños hoteles y hostales la mayoría cerrados, cuando llegamos al destino, pregunte el precio y sin duda me estaban queriendo cobrar las perlas de la virgen $1500 rupias (21 dlls), pero me había llevado a mi destino sin desvíos, ya era muy tarde, estaba muy cansado y lo último que quería hacer a mi llegada era pelearme con un Indio, así que se los di, me baje y me dejo en una calle bastante sola, con un grupo de indios cerca de allí alrededor de una fogata, todavía tenía que caminar unos 100 metros en un callejón semioscuro para poder llegar a mi hotel, respire, levante el pecho y camine con seguridad ese último tramo que me faltaba, afortunadamente traía el GPS del celular porque si no me hubiera perdido entre esos callejones.

Al fondo estaba mi hotel =O

Finalmente llegue, me registre en un libro enorme, me pidieron mi pasaporte para sacarle copia y me llevaron a una habitación pequeña y no muy limpia que digamos, pero era para mí solo, al menos había wifi para conectarme a internet y avisar que había llegado sano y salvo, esa noche a lo mucho dormí dos horas, entre el jet lag, (son exactamente 12 horas de diferencia con México) y la emoción de estar allí, no pude realmente descansar.