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Nueva Delhi: Día 2 Paseando por templos extraordinarios.

Paharganj

Me levante muy temprano, solo pude dormir tres horas, que fue el promedio de horas que dormí los primeros cinco días, subí a la azotea a ver el amanecer, meditar un poco y agradecer al universo por estar allí, Nueva Delhi es una de las ciudades más contaminadas del mundo y eso se nota a simple vista, no sabes si es neblina, polvo u smog lo que te impide ver el horizonte o todo al mismo tiempo, sin embargo en ningún momento sentí irritación en los ojos o falta de aire los días que estuve allí, desayune en el buffet del hostal, aunque era más caro que algún restaurante básico de la calle (3 dlls) fue una buena introducción a la comida de ese país, ese día había quedado con Stefano de salir a recorrer Nueva Delhi, salimos del hostal como las 10 de la mañana rumbo al metro, estos fueron algunos de los consejos que aprendí ese día para poder sobrevivir:

La típica foto con los indios.

• Nunca le digas a un indio que es tu primera vez en India y que acabas de llegar, eso les dará más entrada a querer abusar más contigo con el precio de las cosas o a timarte de alguna manera.
• Hacer fila muchas veces es inútil, los indios no las respetan, tampoco enojarte por su nula consideración al espacio personal.
• Siempre lleva cambio al subirte a un taxi o Rick Shaw, nunca tienen y terminan por quedarse con tu dinero.
• Si no sirve tu GPS, no tienes señal o batería, pregunta a un mínimo de cinco personas indicaciones y pondera una media, muchos indios te indican cualquier dirección, aunque no sepan en realidad hacia donde es, jamás te dirán no sé, harán todo lo posible por indicarte hacia donde ellos creen que es y uno se quiere arrancar los pelos cuando las cinco personas te dicen cosas diferentes, pasa.
• El espacio personal no existe en India, prepárate a que tu celular te sea arrebatado cuando preguntes una dirección y sea pasado de mano en mano con toda la gente curiosa que se congrega alrededor del extranjero perdido, pero no te preocupes, no se van a robar tu celular.

El metro

El metro en Delhi, de fondo el templo de Loto.

El metro en Nueva Delhi es sorprendente mente limpio, nuevo, barato y eficiente, puedes comprar tarjetas recargables que tienes que mostrar al entrar y salir del mismo o monedas especiales en la taquilla con el valor exacto de la distancia que vas a recorrer, checa muy bien en la pantalla del vendedor el valor del trayecto, porque es común que te cobren unas 10 rupias más, pero en la pantalla se refleje una cantidad menor, esa fue una forma de estafa que incluso Stefano desconocía y que nos la aplicaron, hasta que nos dimos cuenta. En India debido a las amenazas terroristas, todas las estaciones de metro, centros comerciales y lugares de concentración masiva cuentan con detector de rayos x, de metales y revisión física, es sorprendente lo eficientes que son ante la enorme cantidad de gente que tienen que revisar, aunque se hacen colas enormes en hora pico por este motivo, están avanzan rápido y dentro de los trenes tienen enchufes para conectar tu celular, muy bien su metro.

Ashkardam

La novena maravilla moderna

Ashkardam es un imponente conjunto de templos recién construidos al oriente de Delhi, que se jactan de haber sido hechos en tan solo cinco años, con métodos tradicionales, es decir sin herramientas o infraestructura moderna, la construcción es digna de estar dentro de las maravillas del mundo, se encuentra muy cerca de una estación de metro del mismo nombre, pero para entrar, uno debe pasar por controles dignos de un aeropuerto y solo esta permitido ingresar con tu cartera (no teléfonos, bolsas, mochilas, sombrillas, etc.) estos se tienen que dejar en la paquetería de la entrada, que es muy segura, así que si quieres evitarte largas filas al salir y al entrar, ven sin absolutamente nada más que tu cartera.

Es inevitable sentir que estas entrando a algún parque temático estilo Disneylandia, todo es muy limpio y perfecto, lo mejor es que la entrada es GRATIS, el área de comida es buena y a precios justos, recomiendo hacer el pequeño ritual en el templo del fondo, por 50 rupias te dan una pequeña pulsera, un postre y un vaso de agua que sirve para vaciarlo sobre la escultura de Bhagwan Swaminarayan (1781- 1830) a quien está dedicado este templo, allí puedes orar y pedir un deseo, el mío fue que tuviera un viaje extraordinario, y así fue, habrá que volver y agradecerle.


Bhagwan Swaminarayan (1781- 1830)

No hay palabras para describir el templo principal, el grado de detalle y lujo es abrumador, desde tiempos inmemoriales el objetivo de muchos templos es maravillarnos y hacernos sentir insignificantes ante la creación divina y Ashkardam cumple muy bien ese objetivo, pero también me hizo reflexionar sobre el poder inmenso que la religión tiene y más en este país.

Templo del Loto

Tomamos nuevamente el metro sin ningún contratiempo rumbo al sur de Delhi, para conocer otro de los iconos de esta ciudad, el templo del loto, que pertenece la religión conocida como fe bahá’í entre sus seguidores y es una religión monoteísta cuyos fieles siguen las enseñanzas de Bahá’u’lláh, su profeta y fundador, a quien consideran la Manifestación de Dios para la época actual.

Los principios centrales del bahaísmo se resumen en tres unidades: la unidad de Dios, la unidad de la humanidad y la unidad de la religión como una serie de revelaciones sucesivas

El templo se encuentra en la parte sur de Delhi, en medio de una zona residencial con muchos parques alrededor, no hay que caminar mucho desde la estación del metro al complejo y tampoco hay costo de entrada, está prohibido tomar fotos en el interior, sin embargo los bahianos no adoran ninguna imagen o símbolo, solo hay un sencillo pulpito rodeado de bancas de madera con mármol que invitan a quedarse allí un buen rato a disfrutar la paz y frescura que se siente allí dentro, habíamos pasado de algo sumamente ornamentado y espectacular a algo totalmente minimalista con un estilo más zen, que invitaba más a la paz que al asombro.

Mezquita Jama Masjid

Hindús, Bahianos y ahora tocaba ir con los musulmanes, a la mezquita más grande de la india, pero aquí resultaron ser más materialistas al cobrar la entrada en 300 rupias (4.2 dólares), aunque en internet mencionaban que no era obligatorio, no quisimos armar escandalo con la mafia que nos impedía ingresar, Stefano opto por no entrar, y es que en el interior no hay algo muy extraordinario más que la enorme plaza, pero me di cuenta que podía acceder a las torres del minarete previo pago de 100 rupias más (1.4 dlls), no lo pensé mucho, no cualquier día tienes la oportunidad de subir a un minarete en una de las mezquitas más grandes del mundo para ver el atardecer, me tuve que quitar los zapatos y correr por las escaleras que cada vez se volvían más angostas, afortunadamente arriba había la suficiente para moverse en el pequeño espacio de 3×3 metros, entre ellos al primer al primer mexicano que conocí en aquellas tierras, se llamaba Ricardo y viajaba con una chica muy simpática, me di cuenta que eran mexicanos, cuando empezaron a hablar, ya que el tenía un aire hindú asiático y ella de medio oriente, era el último día de la chica en la India, pero el todavía iba a estar varias semanas en el país, nos pasamos el contacto y nos despedimos sin saber si nos volveríamos a encontrar nuevamente.

Esa tarde de regreso al hostal, Stefano me enseñó a distinguir un buen lassi de uno malo, no me refiero a este lassi:

Si no a este

El Lassi es una bebida típica de la India hecha base de yogurt frutas y diferentes especias como cardamomo, cúrcuma o hierbas como la mariguana (Bhang Lassi) y la clave para encontrar uno bueno, es que debe estar en su típico jarrito de barro y en refrigeración, para así garantizar su frescura, la primera vez que probé comida India para mi paladar fue como cuando mis ojos vieron por primera vez el mar y probar ese primer lassi fue una de las experiencias más fuertes gustativamente hablando de mi vida, al grado de me dolieran un poco mis glándulas salivales y papilas gustativas de tan delicioso que me supo.

Los masters del lassi

¿Cuáles son sus recuerdos más fuertes gustativamente hablando de sus viajes?