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El iluminado y el Samadhi

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¿Que es el samadhi?

Para quienes se van adentrando en las filosofías orientales, en especial el budismo y la meditación, la palabra Samadhi empieza surgir constantemente, ya que es el estado de conciencia que se alcanza cuando, durante la meditación, la persona siente que se está fundiendo con el universo. Existen diversas drogas alucinógenas obtenidas de la naturaleza como el ayahuasca o el peyote, que logran estados de consciencia donde se experimenta la interconectividad con el todo, esto es una revelación muy transformadora, más cuando se ha vivido pensando que uno no vale nada y  que nada de lo que hacemos importa o afecta a la realidad, esto transforma muchos paradigmas con los que vivimos y nos llena de sentimientos de amor y compasión hacia uno mismo y a los demás.

Cada vez son más los estudios y las voces que hablan a favor del uso terapéutico de este tipo de sustancias que fomentan la reconexión y armonización neuronal. El problema es que puede haber efectos secundarios desagradables, mal viajes que pueden terminar en cuadros psicóticos, por eso es importante que si se planea ingerir este tipo de medicina sea con un guía capacitado para hacer este trabajo y que se tenga certeza en la calidad de la misma.

El samadhi y las experiencias cercanas a la muerte.

Existen otras maneras de alcanzar este estado de conexión, las experiencias cercanas a la muerte también te llevan al mismo. Como la que experimento Anita Moorjani en su libro Morir para ser yo, nos narra la historia de su experiencia cercana a la muerte, ocasionada por un cáncer muy agresivo y que remitió espontáneamente. Pareciera que es necesario una enorme cantidad de sufrimiento y dolor para que el cerebro entre en un estado alterado de consciencia donde las barreras del yo se pierden y así poder vemos y sentirnos como lo que realmente somos, un hilo más que esta fusionado en este tapete llamado vida.

Entrar en samadhi es derribar las barreras del yo para entender que la mayoría de los limites son construcciones mentales hechas y mantenidas por uno mismo. Pero también existen otros caminos como la meditación

El samadhi y la meditación

Fue hasta mi segundo retiro de silencio donde, sin la ayuda de alguna droga alucinógena o una experiencia cercana a la muerte, pude tener un atisbo de lo que era un samadhi y que la meditación nos ayuda a alcanzar estos estados que son sumamente benéficos para la salud física, mental y espiritual,  y que no es necesario volverse un monje que dedica la mayor parte de su vida a rezar y meditar para alcanzarlo.

El segundo retiro de silencio Vipassana de 10 días que tome en el año de 2019, me conecto con personas cuyas historias siguen resonando en mí y en mucha de la gente con quien las he compartido, como la del El correo de Dios, la siguiente fue la un hombre al que apode.

El iluminado

El décimo y último día del retiro se permite hablar a todos los asistentes, es un día con mucha magia y todos comparten con gozo sus experiencias e historias de vida con los demás. El iluminado era un hombre de alrededor de unos 40 años, antropólogo de la ciudad de Oaxaca y que estaba asistiendo a sus tercer retiro, es decir en total había ya estado un mes en completo silencio y aislado de todo y eso le brindo una experiencia que bien podría ser considerada un Samadhi.

Este hombre en algún momento del retiro experimento un agudo dolor en su espalda que le impedía concentrarse y calmar su mente, así que salió de la sala de meditación para ir a su habitación, donde finalmente sentado en su cama el dolor cedió y pudo volver a su práctica, el describe que de pronto una energía empezó a subir y bajar por todo su cuerpo, hasta llegar a un punto en perder la sensación de estar contenido en el mismo y solo percibirse como energía y conciencia pura, el placer que sentía era indescriptible, no recuerda cuanto tiempo estuvo así, pero sabía que tenía que volver a su cuerpo tarde o temprano y se sacudió para cortar el efecto

Este hombre había abierto una puerta y el llanto posterior fue la  manifestación de haberse liberado de muchas cargas emocionales muy profundas, los budistas le llaman samskaras, huellas que están en nuestra mente, algo parecido a las improntas como las denominan los psicólogos y que muchos de estos nos hacen la vida triste y miserable.

Mi yo escéptico previo a la meditación y a mi experiencia con el Vipassana tal vez hubiera pensado, ¿Este que se metió?, pero fue en ese retiro donde pude experimentar un pequeño atisbo de lo que es lograr calmar tu mente y experimentar un samadhi, recuerdo que en el tercer día se me había ocurrido una muy buena idea para monetizar mi página de internet, mi avidez por llevarla a cabo en ese momento era tal, que me estaba impidiendo poder concentrarme y meditar, fue hasta el quinto día que me desespere, saque una pequeña libreta, anote lo fundamental de la idea y me dije a mi mismo, ya la tienes allí, cuando salgas la realizas, mientras tanto ahorita ocúpate en meditar, a eso viniste carajo.

Tomar esa acción me llevo a un estado de mucha tranquilidad y contemplación, por eso recomiendo mucho a la gente escribir sus ideas, miedos, planes, llevar un diario o bitácora.

Habiéndome liberado de esa idea que abrumaba mi mente, pude contemplar mejor todo y maravillarme de la naturaleza, de estar vivo y sentirme agradecido por tener la fortuna y privilegio de estar en un lugar así, las siguientes meditaciones fueron muy especiales. Todo mi cuerpo empezó a vibrar de una manera muy sutil, dejaron de llegar pensamientos e ideas a mi cabeza, mi yo, se embelesaba con esa nueva sensación que percibía, de pronto una vibración mayor empezó en la punta de mi cabeza, el lugar donde se encuentra el séptimo chakra denominado sahasrara, vibración que empezó a bajar y expandirse por toda mi cabeza, ¡lo había conseguido!, había logrado calmar mi mente y empezar a sentir las vibraciones sutiles por todo mi cuerpo, era maravilloso, todo mi cuerpo se iba a inundar de pies a cabeza con esta sensación, pensé…  y allí se detuvo, a la altura de mis ojos, porque había tenido un pensamiento de deseo.

El samadhi y las trampas del ego

Para lograr el samadhi, uno no debe desear alcanzarlo, allí radica la paradoja. Pero el samadhi no es el final del camino, solamente es la puerta al desarrollo de una espiritualidad y conexión más profunda. Y muchos quedan atrapados en la búsqueda del samadhi y asisten a retiros solo para volverlo a experimentar o se enganchan a experiencias psicodélicas con diversas sustancias. Ahora cada que medito sigo manteniendo esas sensaciones sutiles por toda mi cabeza, pero debo aumentar mi practica y continuar asistiendo al menos una vez al año a un retiro de silencio de 10 días, pero es muy difícil trabajar en algo para obtener un resultado y al mismo tiempo no desear que ocurra, allí radica el sentido y secreto de la práctica de atención plena, entrenar a la mente a actuar y estar presente sin deseo o aversión.

En mi siguiente publicación les hablare de la relación que existe entre el dolor y la obtención de estas experiencias. Así como la historia de otro hombre al que yo llame El Mártir Iluminado.

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